Carlos Pérez (MRS - MRyC- UCR), periodista de la Agencia Télam: fallecido sobre el fin del milenio de un ataque cerebral. Tenía unos 35 años. Su compañera docente quedó sola a cargo de dos hijos.
Javier Artigues (MRS - MRyC - UCR): empleado administrativo en el Congreso de la Nación, ingresado por concurso al puesto. Sufrió un ataque en 2010, se encuentra en silla de ruedas, aparentemente con secuelas permanentes.
Patricia Tochi (CSA): se desconoce su paradero. La última noticia que tuve de ella estaba sola a cargo de un hijo que tubvo con un ex empleado de Gas del Estado.
Andrea Pagliardini (MRS - MRyC - UCR): se desconoce su paradero. La última noticia que tuve de ella fue que era administrativa en el Mercado Central, pero actualmente nadie en la Corporación del Mercado Central parece saber de su destino.
Gustavo Merino (CSA - MRS - MRyC - UCR): ejerce como abogado en el barrio de Liniers. Su mujer perdió dos embarazos seguidos.
Walter López (CSA - PSD): fue el primero del que no supimos más nada.
Eduardo Espinoza (CSA): integrante de una célula de resistencia del PC con Osvaldo Pugliese durante la dictadura genocida cívico militar: paradero desconocido.
Somoza (CSA): empleado técnico en OSECAC, hace unos 5 años fue el último contacto que tuve con él.
César Turrillo (movimiento gremial RyC UCR PBA): se desconoce su paradero.
Facundo Urteaga (hermano de Benito Urteaga) (movimiento gremial RyC UCR PBA): se desconoce su paradero.
Mario Filipini (mutual AMMA de empleados de comercio): hace diez años continuaba trabajando como gráfico independiente.
Todos ellos fueron militantes de las Juventudes de la Confederación Socialista Argentina (presidida por Alicia Moreau de Justo) o del Movimiento Radical Socialista de Renovación y Cambio de la UCR.
Aquí pasó los mismo que expliqué que pasó con mi familia y el barrio donde me vieron morder bien el polvo: en mi familia quedaron en pie los menos afines a mi y a Boedo lo hicieron a nuevo y no quedó ni el olor a Gustavo "Jesús Cristo" Saladino; es decir, borraron del mapa las pruebas y los testigos. En este caso con este grupo de militantes, quedó en pie, visible, al menos uno que sabemos se vendió que se llama Jorge Viscuso quien incluso creo, aunque es probable que sea una denuncia escenificada por parte de algún multimedio, fue denunciado por corrupto. Es posible que esté militando actualmente con los sectores alvearistas radicales que sostuvieron a los genocidas macristas en el poder de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estos cuatro años de pesadilla.
Sin embargo, no todas son malas noticias...
¿¿¿Para qué carajo sirve Facebook???
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